jueves, 19 de mayo de 2011

Isaías 65:24 ( Antes que pidas Yo respondere )

Isaías 65:24 ( Antes que pidas Yo respondere )


Esta es la historia de un medico que trabajó en África.


Una noche trabajé duro con una madre en su parto, pero a pesar de todo lo que pudimos hacer, ella falleció dejándonos un pequeño y prematuro bebé y una niña de dos años que lloraba desconsoladamente. Tuvimos grandes problemas para mantener vivo al bebé, no teníamos incubadora ni electricidad para hacer funcionar una.

Tampoco teníamos alimento especial para estos casos. Aunque estábamos sobre la línea del Ecuador, las noches a menudo eran frías con peligrosos vientos. Una estudiante que me ayudaba fue a buscar una cobija de lana que teníamos para los bebés.

Otra fue a atizar el fuego y a cargar una bolsa con agua caliente. Ella volvió casi inmediatamente muy preocupada para decirme que la bolsa se rompió al llenarla. (las bolsas de agua caliente se rompen fácilmente en climas tropicales). ¡Y era nuestra última bolsa!, exclamó. Como se acostumbra en Occidente, no hay que llorar sobre la leche derramada, de modo que en África central se puede considerar no llorar sobre bolsas de agua caliente rotas. Éstas no crecen en los árboles, y no hay farmacias en los bosques donde comprarlas.

“Muy bien” dije, “pon al bebé lo más cerca posible del fuego y acuéstate entre el bebé y la puerta para evitar las corrientes de aire frío. Tu trabajo es mantener con calor al bebé.”

Al mediodía, como hacía todos los días, fui a orar con los chicos del orfanato que querrían reunirse conmigo. Les daba sugerencias sobre cosas por las cuales orar, y también les conté del pequeño bebé. Les expliqué nuestro problema de mantener al bebé con calor suficiente, la bolsa de agua caliente que se había roto, y que el bebé podía fácilmente morir si se enfriaba. También les conté de su hermana de 2 años, que lloraba porque su madre había muerto.

Mientras orábamos, una de las niñas, de nombre Ruth, hizo la usual sincera oración que los niños hacen en África. “Dios, por favor, envíanos una bolsa de agua caliente hoy, mañana será demasiado tarde porque el bebé habrá fallecido, por favor envíala esta tarde”.

Mientras trataba de contenerme por la audacia de su oración, ella añadió: “y también ¿podrías por favor enviarnos una muñeca de juguete para la niña, así ella puede ver que Tú realmente la amas?”

Como sucede a menudo con las oraciones de los niños, yo fui sacudido. ¿Podría yo decir amén honestamente? ¡Yo no creía que Dios podría hacer esto!

Oh sí, yo sé que Él puede hacer todo; la Biblia dice así. Pero hay límites, ¿no es cierto? La única forma en que Dios podía contestar esta oración en particular, sería si alguien enviaba una encomienda desde el exterior. Hacía ya casi 4 años que estaba en África y nunca había recibido una encomienda.

Y si alguien enviaba una ¿podría ser que incluya una bolsa de agua caliente? ¡Yo vivía sobre el Ecuador!

A media tarde mientras estaba dando clases al grupo de enfermería, me llegó el mensaje de que un vehículo había llegado a mi casa. Para cuando llegué a mi casa el vehículo ya se había ido, pero en la puerta había una caja de unos 11 kilos. Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas, no pude abrir la caja yo solo, llamé a los niños del orfanato para que me ayuden. Con mucho cuidado sacamos los precintos y empezamos a desempacar con mucha emoción. Había unos 15 chicos observando la gran caja. Comencé a sacar yerseis de colores muy brillantes. Los ojos de los chicos estaban iluminados. Había vendas para los leprosos. También había pasas de uva que serían de utilidad para el fin de semana.

Luego puse mi mano nuevamente en la caja y sentí… ¿podía esto ser cierto? Lo tomé y lo saqué. Sí. ¡Una bolsa de agua caliente nueva! Lloré, yo no había pedido a Dios que nos la mande; yo no creí verdaderamente que Él podía.

Ruth estaba en primera fila. Ella se adelantó y en alta voz dijo, “si Dios envió una bolsa de agua caliente, también debe haber enviado la muñeca”.

Escarbando hacia el fondo de la caja, ella sacó una hermosa muñeca con un vestido de colores. ¡Sus ojos brillaban, ella nunca había dudado!

Mirándome me preguntó, ¿ “puedo ir contigo y darle la muñeca a la niña, así ella sabrá que Jesús realmente la ama”? “Por supuesto”, respondí.

Aquella encomienda había estado de viaje durante 5 meses, la habían enviado mis compañeros de escuela que tuvieron la impresión de obedecer a Dios e incluir una bolsa de agua caliente, aún para la línea del Ecuador.

Y una chica había puesto la muñeca para una niña Africana 5 meses antes, en respuesta a la oración de fe de una niña de 10 años, y traerla esa misma tarde.

“Antes que clamen, responderé yo… Isaías 65:24

Cuando recibas este mail, di esta oración. Es todo lo que te pido. No hay cosas adjuntas. Tan solo envíaselo a quien tú quieras- solo envíalo. La oración es el mayor regalo que podemos recibir. No tiene costo, es gratis pero tiene muchas recompensas. Continuemos orando los unos por los otros.

Esta magnífica oración toma menos de un minuto.

Padre Celestial, te ruego que bendigas a mis amigos que leen este mail. Te pido que tu Espíritu los consuele. Donde hay dolor, dales Tu paz y Tu misericordia. Donde hay dudas, renueva su confianza y alivia su cansancio, te pido que les des entendimiento y fuerza. Donde hay temor, revela Tu amor y dales Tu coraje… bendice sus finanzas, dales una visión más amplia, y provee amigos y personas que los apoyen y consuelen. Te pido esto en el nombre de Jesús, Amén.


P.D. Si pasas esto a quien consideras un amigo, serás bendecido tal como lo será él. Pasándolo a quien NO consideras un amigo, es algo que Cristo haría

miércoles, 11 de mayo de 2011

Porque las mujeres tardan tanto..

POR QUÉ LAS MUJERES SE TARDAN TANTO... CUANDO VAN AL BAÑO?

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de chiquita tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.

Finalmente te instruía:

"Nunca, nunca te sientes en un baño público' Y luego te mostraba 'la posición' de karateca, consiste en balancearte sobre el inodoro, una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.

'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestra miona vida. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está hasta la madre y a punto de reventar.

Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo hipócritamente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas, brazos y apretando el higo, en la posición oficial de "me estoy meando''...pendejas

Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.

Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. ¡¡¡¡¡ Todos están ocupados !!!!!

Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa...al fin llegaste y estás ahí Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de porquería y de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello (tipo San Bernardo) mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de chingaderitas que fuiste metiendo dentro, poco a poco ¡¡¡ ahhhhh !!! la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...

Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los calzones y te pones en "la posición...de ranita saltando las vías ¡¡¡ Uffff... Que alivio...... AAhhhhhh !!!, por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, los calzones cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 Kg, colgando de tu cuello.

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza¡¡¡ jamás te sientes...en un inodoro público!!!, así que te quedas en la "posición de Chivito al Precipicio", con el tembeleque de las piernas...

Y por un fallo de cálculo en las distancias ¡¡¡ Una salpicada finíííííísima...del chorro de miados te salpica y te moja hasta las medias!!! Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una concentración.

Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy!!!...! El rollo esta vacío...! (siempre), ¡¡¡ chingado .....!!!!, me lleva...

Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso hay que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio... Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, mientras gritas OCUPAAADOOOO!!!

ahí das por hecho que todas las pendejas mionas que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho) Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas... y de pilón el pedo que se te salió por el esfuerzo al agacharte

El recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su trasero nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, " Tú, no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí ". ...estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras de la palanca con el pie, ¡¡¡ sobretodo !!! muy importante.

Entonces vas al lavamanos. Todo esta lleno de agua, así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona la llave con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón, te lavas en una posición de "Jorobado de Notredame" para que no se resbale el bolso y quede abajo del chorro... El secador ni lo usas, es un momento ya inútil, así que terminas secándote las manos en tus propias nalgas, por que no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...

En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer la sección de deportes y el clasificado del diario citadino, mientras te esperaba. '¿Por qué tardaste...tanto?

pregunta el muuuy estúpido. '¡¡¡Había mucha cola'...te limitas a decir!!!

Y ésta es la razón, por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido

ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y sobretodo la puta dignidad.

¡Gracias a todas por haberme acompañado alguna vez al Baño y servirme de Perchero o tenedora de Puerta!!!!.....

pásalo a los hombres que siempre preguntan: Mijita ¿Por qué te tardaste tanto en el baño...?